Un viaje soñado: Cristian Campos y su experiencia en el Torneo Mundial de Kung Fu

El sifu cordobés de 42 años fue invitado a participar en el primer torneo organizado por el Templo Shaolin en 1500 años. No solo se destacó en la competencia, sino que además entrenó con monjes con quienes aprendió técnicas avanzadas de la disciplina.

A días de regresar de China, donde vivió una experiencia inolvidable, el maestro de Kung Fu Cristian Campos se toma un respiro de su trabajo diario al frente de cinco escuelas de la disciplina en Córdoba y Monte Cristo. En esta oportunidad, nos relata su viaje al país asiático, donde participó en el torneo mundial organizado por el Templo Shaolin.

-¿Cómo lograste financiar tu viaje a China?

Tuve que vender un auto para costear el viaje. También recibí ayuda de empresas como Blangino y del Área de Deportes de Monte Cristo, que me ayudó a través de rifas y eventos, dado que el viaje era muy costoso. Reunir el dinero fue un gran desafío.

¿Por qué motivo recibiste la invitación para ir a China?

En 2023, competí en el torneo latinoamericano de Shaolin Kung Fu en Buenos Aires. Durante ese evento, una comitiva del Templo Shaolin vino a evaluar a los participantes. Quedé subcampeón y recibí una medalla de plata. Este año, recibí una carta oficial del Templo invitándome al torneo mundial, algo histórico ya que es la primera vez en 1500 años que ellos organizan un torneo.

Tras la invitación, Cristian junto a otros doce argentinos partieron a principios de julio para el país oriental, siendo él, el único cordobés de los participantes, que fueron en total más de 70, de países de todos los continentes. «Yo fui el único de Córdoba Capital en recibir una invitación oficial. Mi selección se basó en los resultados de competiciones previas y en la evaluación directa del Templo Shaolin», comenta el sifu.

¿Qué resultados obtuviste en el torneo?

Recibí un certificado de desempeño sobresaliente en mi categoría, firmado por el abad del Templo. También obtuve un diploma de alumno destacado en mis exámenes. En las tres categorías en las que competí, fui el más sobresaliente según el comité evaluativo.

¿Qué hiciste después de que terminó el torneo?

El torneo se realizó entre el 12 y el 13 de julio. Además de competir, participé en el examen del sistema oficial Duan Pin, que incluye técnicas de combate, meditación y práctica interna. También entrené con los monjes guerreros del Templo y aprendí técnicas avanzadas. Regresé a Córdoba el 1° de agosto, después de pasar 30 días en el Templo.

«Me sentí muy satisfecho y agradecido por la oportunidad y el reconocimiento que recibí», manifiesta Cristian sobre su vuelta a Córdoba y el recibimiento que tuvo de parte de sus pares y de sus afectos. «Esta experiencia fue la realización de un gran sueño. Desde pequeño, veía series de Kung Fu y me imaginaba el Templo Shaolin. No solo lo conocí, sino que también fui evaluado y reconocido. Estoy profundamente agradecido a todas las personas que me ayudaron y creyeron en mí», agrega con satisfacción este deportista de 42 años.

¿Qué importancia tiene el Kung Fu en tu vida diaria?

El Kung Fu es un modo de vida para mí. Me ha ayudado a superar adversidades, desarrollar habilidades físicas, concentración y autoconfianza. Es una disciplina que impacta en muchos aspectos de mi vida.

¿A quiénes agradeces por este viaje?

Quiero expresar mi profundo agradecimiento a Dios, que me ha ayudado a través de muchas personas que empatizaron y me apoyaron en este sueño. Animo a todos ellos a luchar por sus sueños.

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