Un fuerte operativo para capturar al hijo del Chapo dejo 29 muertos

El gobierno de México informó que 10 militares y 19 presuntos delincuentes perdieron la vida durante los enfrentamientos en el operativo para arrestar a Ovidio Guzmán.

El operativo realizado en México para detener a Ovidio «El Ratón» Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán, dejó 10 militares y 19 presuntos delincuentes muertos, informó este viernes el Gobierno de ese país.

El gobierno descartó que el detenido vaya a ser enviado inmediatamente a Estados Unidos, que solicitó su extradición.

Guzmán fue detenido por el Ejército y la Guardia Nacional bajo cargos de liderar la fracción Los Menores, afín al cartel del Pacífico (o cártel de Sinaloa) y es «hijo de Joaquín Guzmán Loera», condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, detalló el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval.

Los tiroteos entre criminales y fuerzas de seguridad ocurrieron en varios puntos de Culiacán -capital del estado de Sinaloa- y se extendieron al aeropuerto de la ciudad.

En esa zona, fueron suspendidas las clases en las escuelas y un partido de la liga profesional de fútbol y AFP reportó incidentes en un penal donde permanecen detenidos varios narcotraficantes.

Varios vehículos de carga y automóviles ardieron en calles de la ciudad, donde se registraron escenas de pánico entre personas que buscaban lugar para protegerse.

Estados Unidos pidió la extradición de Ovidio Guzmán al considerarlo uno los líderes de su propia célula criminal, bajo la protección del cartel de Sinaloa.

Washington asegura que Guzmán, alias «El Ratón», y su hermano Joaquín «El Güero» lideran y controlan las operaciones de tráfico de drogas de una célula criminal amparada por el cártel.

El cartel de Sinaloa es considerado por la agencia antidrogas estadounidense DEA como el principal responsable del tráfico de fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína y que causó numerosas muertes por sobredosis en ese país.

Guzmán ya había sido detenido el 17 de octubre de 2019 en Culiacán, pero fue liberado por orden de López Obrador, en medio de una asonada de la organización criminal.

El mandatario izquierdista defendió entonces su decisión con el argumento de que se evitó un baño de sangre, cuando contingentes militares quedaron rodeados por civiles con armas largas.

La violencia en Culiacán se dio en paralelo a operativos en Ciudad de Juárez (en la frontera con Estados Unidos), en los que fue abatido Ernesto Piñón, alias «El Neto», quien se fugó junto con otros 24 presos de una cárcel de esa urbe el domingo último.

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