Se cumple un año de su triunfo en las urnas y la abogada reconoce que si bien tiene mucho cariño por el pueblo y por la función pública, la candidatura le llegó cuando no la estaba buscando. Ya en funciones dice que es «una actividad muy linda» y que no le «pesa para nada».
Un 25 de junio de 2023, la abogada Romana Lemos fue elegida la primera presidenta comunal de Diego de Rojas. No sólo se convertía en la primera mujer en dirigir los destinos de la localidad si no que fue la primer candidata al cargo en la historia del pueblo.
A un año de aquel triunfo electoral, Lemos confiesa a este medio que esa candidatura fue un desafío para ella: «No tanto por la edad (tenía 29 años), si no por la responsabilidad que implicaba y por el cambio de centro de vida. Yo estaba trabajando en Córdoba con otra dinámica y el aceptar la candidatura era radicarme definitivamente en el pueblo». «Si bien siempre fue mi casa, yo estaba estaba yendo y viniendo en esos días», explica.
-¿Fue difícil convencerte para que seas la candidata de Hacemos Unidos por Córdoba?
No hubo que convencerme mucho. Si bien yo no tenía la aspiración de ser presidenta comunal en ese momento, tampoco era una actividad que me disgustara, nada más que no lo tenia como algo un objetivo en el corto plazo. La posibilidad se dio por el cambio de ley y la imposibilidad de postularse para quien era el jefe comunal en ese entonces. Con los días cada vez más me fue gustando la propuesta y me fui convenciendo de quererlo hacer. Entonces no me resultó tan difícil, porque siempre tuve cariño por mi pueblo, por la política y por la función pública, entonces no me costó, pero reconozco que no estaba en mis planes ni lo estaba buscando en ese momento.
-¿Qué cosas disfrutaste y cuales padeciste en campaña?
A mí me encantan las campañas, las disfruto mucho. El andar, hablar con la gente, compartir, pensar en propuestas, tirar ideas, hacer actividades, todo eso me fascina. Lo que más padecí es que era una campaña para mi, antes siempre trabajaba en campañas para otras personas y esta vez era yo el centro. Eso es lo que me costó un poco más. Pero fue lindo, porque el grupo que tenemos es muy ameno. Además las campañas en los pueblos cuando uno es nuevo son muy sanas ya que no hay viejos recelos. Entonces se hace todo más llevadero.
-¿Qué cosas se te cruzaron por la cabeza al momento del triunfo?
De los momento de nervios y de euforia no me acuerdo mucho, porque la verdad es todo un torbellino de emociones. Pero lo que mas se me vino a la mente fue mi viejo, porque en definitiva fue de él de quien aprendí esta vocación, quien me transmitió esa pasión que fue un objetivo, un sueño de él en su momento y que no se le dio en vida. Haberlo logrado fue lograr su sueño, pero a su vez es algo que yo también quería.
Romana dice que le llevó unos días «caer» en que sería la jefa comunal de su pueblo, pero que con el tiempo fue «dimensionando la responsabilidad que tenía que asumir y eso me puso un poco de presión. «Yo soy muy exigente conmigo misma y siempre estoy pensando en que lo que tenga que hacer, lo tengo que hacer bien», se describió a sí misma.
-¿A quiénes tenés que agradecer tu victoria en las urnas?
Es un poco difícil enumerar, porque uno se puede olvidar, pero hubo muchas personas que estuvieron y que fueron muy importantes. Yo creo que principalmente mi familia, que desde el momento uno se puso contenta con mi decisión, entonces eso ya me hizo sentir que estaba acompañada desde lo más cercano. También mis amigas, mi pareja (el legislador Blangino) que encima él también estaba en su campaña y fue muy importante trabajarlo y vivirlo juntos. Mi círculo íntimo estuvo acompañándome desde el principio en todo, desde el plano emocional al logistico, eso fue súper importante para mí y ni hablar del equipo de la lista con el que conformamos la propuesta electoral, todos chicos con muchas ganas y mucha vocación que estuvieron siempre participando, acompañando, realizando actividades. Y obviamente también la gente, que fue quien confió en la propuesta y la eligió. Sin duda el resultado de las personas que estaban antes, se reflejó en que la gente deposite su voto en nuestra propuesta.
Ya en funciones,¿es más complicado de lo que esperabas ser presidenta comunal?
Mientras trabajé en la legislatura siempre estuve viendo como se manejaban el resto de los jefes comunales e intendentes de la zona, entonces ya sabía que era una actividad que te tiene en constante movimiento, así que ya estaba mentalizada en eso. Hoy ya en funciones lo puedo vivir, y sí, es efectivamente muy demandante. Siempre tenes que estar disponible y no hay un horario de trabajo. Pero yo en mi caso, que lo hago realmente con vocación, no me pesa para nada. Me acuesto y me levanto pensando en lo que hay que hacer en la comuna y bueno, los desafíos propios de la diaria, y los límites que se te plantean, como el contexto económico que tocó que no es el mejor. Pero si a uno le gusta y lo hace con cariño y convencido, realmente es una actividad muy linda.
El festejo frente a la Terminal de Ómnibus junto a otros referentes departamentales de Hacemos por Córdoba.