Rivadavia gritó campeón y se quedó con el Torneo Apertura 2025 de la Zona Oeste

En una final para el infarto, el Rojo se impuso por penales, en condición de visitante, ante Sportivo 24 de Septiembre de Arroyito y sumó un nuevo título en la Liga Regional de Fútbol de San Francisco.

Rivadavia de Río Primero sumó un nuevo capítulo dorado a su historia al consagrarse campeón del Torneo Apertura 2025 de la Zona Oeste de la Liga Regional de Fútbol de San Francisco. En una final para el infarto, el Rojo se impuso por penales, en condición de visitante, ante Sportivo 24 de Septiembre de Arroyito.

Acostumbrado en los últimos años a llegar sólido a las instancias decisivas, esta temporada fue diferente. El equipo no logró clasificar entre los cuatro primeros en la fase regular. Sin embargo, el nuevo formato le abrió la puerta para disputar una instancia eliminatoria, ni más ni menos que ante su clásico rival, Belgrano, que venía de una temporada opaca. El 3 a 1 final disimula lo reñido de un partido que se resolvió a favor de Rivadavia gracias a su jerarquía y a la fuerza de su localía.

En cuartos de final, el panorama se tornó más difícil: debía visitar al mejor equipo de la fase regular, el siempre exigente Ateneo de Santa Rosa. Pero allí, el Rojo mostró carácter de campeón: ganó 2 a 1, con personalidad y eficacia, y comenzó a perfilarse como serio candidato.

La semifinal lo encontró nuevamente en su casa, enfrentando a Pueblos Unidos de La Tordilla. No fue sencillo, pero con oficio y goles, se impuso por 3 a 1 y selló el pase a la gran final, demostrando que la irregularidad del inicio había quedado atrás.

La final, disputada en Arroyito, presentaba un desafío mayúsculo. Sportivo 24 de Septiembre había dado la sorpresa en el torneo: cuarto en la tabla, eliminó a su clásico rival, Cultural, y accedió directamente a la final tras la caída de los tres primeros de la general. Jugaba de local, con una semana más de descanso y todo el entusiasmo de su gente.

Pero nadie es campeón en la víspera.

Rivadavia salió a jugar con convicción y temple. Pegó primero con un gol de Nicolás Smit en el primer tiempo, y cuando el partido se moría, sufrió el empate local: penal convertido por Jairo Valor que llevó todo a la definición desde los doce pasos.

Allí emergió la figura del arquero Diego Antonio, que se vistió de héroe. Atajó tres penales y selló la victoria de Rivadavia, que volvió a gritar campeón y demostró que, por más adversa que parezca la historia, nunca hay que darlo por vencido.

Foto de Portada: El Show del Gol / Fotos de pie de página: Julio Isuani (Instagram) y Vía Arroyito.

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