En el corsódromo local, la popular fiesta se despidió hasta el año que viene ante un importante marco de público. Tantacuma, Taperiguá y la Unquillense, descollaron.
Era el último ítem en la cartelera carnavalera de la zona, y como cierre de la popular fiesta, Piquillín no desentonó.
En un febrero que volvió a teñir la región de carnaval como hacía un par de años no sucedía, la cartelera zonal ya nos había deleitado con las noches carnavaleras de Monte Cristo, Río Primero, Villa Santa Rosa, La Para y Arroyito, entre otras localidades.
La noche tuvo un clima agradable, y si bien de madrugada refrescó un poco, el calor que le aportaron las ya consagradas comparsas Renacer (infantil local), Taperiguá de Monte Cristo y los locales Tantacuma, hicieron vivir a la multitud que se llegó al corsódromo, una gran noche de carnaval.
La Murga «La Unquillense», fue una alternativa «más musical», que no desentonó en la fiesta. Todas las agrupaciones descollaron y se llevaron sus merecidos aplausos-y ovaciones- de un público que despidió al carnaval y ya cuenta los días que faltan para que vuelvan.
El cierre fue a pura música de cuarteto con RVN.
