El trascendente hecho se logró en el Centro de Rescate Tatú Carreta. Sus padres son cóndores recuperados tras ser atacados con armas de fuego y que no podrán volver a volar.
Un hecho de gran trascendencia para la conservación y promoción de nuestra fauna se logró hace pocos días en el Centro de Rescate Tatú Carreta, al darse el nacimiento de un cóndor en cautiverio, al que llamaron «Camin».
Es histórico para la provincia de Córdoba. Es que, es la segunda vez que esto se logra en el mismo sitio y en pocos años. El anterior, que fue llamado Yastay (nombre de origen comechingón: el Dios protector de las aves), nació a finales de 2019. En ambos casos, las historias conmueven. Por un lado porque los padres son cóndores recuperados luego de ser baleados o atacados, y que no pudieron volver a volar.
Pero además, porque esta especie, a diferencia de muchas otras aves, se caracteriza porque la incubación y la cría está a cargo de ambos, el macho y la hembra. El proceso cautivó a todo el personal del Tatú Carreta, que interviniendo lo menos posible y con una “cámara trampa” (escondida para no interferir el natural desenvolvimiento de los animales) pudieron seguir de cerca todo el proceso.
El futuro en libertad
La responsable de Tatú Carreta dijo que ahora Camin permanecerá y crecerá junto con sus padres por un período no menor a los siete meses. Pero que luego se trabajará para futura puesta en libertad.
“La idea es que el pichón estará con sus padres unos seis o siete meses y luego se incorpora a una bandada de cóndores juveniles, que se arma desde el Programa de Conservación del Cóndor Andino para ya estar en completo aislamiento y posterior liberación”, explicó
Es decir, un proceso similar al afrontado por el anterior, Yastay. Para estos fines son trasladados primero a Buenos Aires, por ejemplo al predio del ex zoológico o en la Fundación Temaiken, para luego ser liberados por ejemplo en sitios como Sierra Pailemán, en la provincia de Río Negro, un sitio donde se está intentando repoblar con esta especie.

