Horror: determinaron que Aralí Vivas fue asesinada e intentaron ocultar el crimen con un incendio

El médico forense que le realizó la autopsia a la niña de 8 años confirmó que la muerte ocurrió antes del siniestro. Por el hecho está detenido el padrastro y un amigo. Vecinos de Brinkmann marcharon pidiendo justicia.

Este lunes el médico forense que le realizó la autopsia a Aralí Vivas, la niña de 8 años que fue asesinada en Brinkmann, catalogó el hecho como “aberrante” y brindó macabros detalles del estudio al cuerpo.

Mario Vignolo señaló que “es imposible ver la causa de muerte a simple vista” por el deteriorado estado del cadáver a raíz del incendio que, de acuerdo a las pericias, iniciaron intencionalmente para despistar la causa su padrastro y un amigo, por ahora los únicos detenidos.

El profesional dijo que Aralí “estaba carbonizada y en parte calcinada”. Si bien se harán estudios complementarios, confirmó que la víctima falleció “antes del incendio”. Una línea de investigación apunta a que el deceso ocurrió varias horas antes de que los bomberos hallaran el cuerpo dentro de la casa incendiada.

Vignolo explicó que es difícil saber si Aralí fue asesinada a golpes, y sobre la posibilidad de que haya sido víctima de abusos, el forense contestó: “Desgraciadamente está muy deteriorado el cadáver, pero estamos analizando algunas cuestiones que pueden arrojar algún dato».

Cabe recordar que el fiscal ordenó la detención del padrastro de la nena, identificado como Matías Ezequiel Simeone (33), y de un amigo de él llamado Cristian Hernán Varela (40). Ambos están imputados como presuntos coautores del delito de homicidio.

El hallazgo del cuerpo calcinado en la planta alta del inmueble despertó sospechas desde un principio y es por eso que a las pocas horas los dos hombres fueron arrestados. Según atestiguaron los bomberos, sólo se estaba quemando la cama en donde estaba la niña.

Mientras tanto, cientos de vecinos de la ciudad del noreste provincial salieron este domingo a exigir justicia por Aralí, con quejas a la lenta intervención de las autoridades ante un contexto familiar con adicciones a estupefacientes, que se conocía.

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