El animal fue embestido cerca del puente, en las cercanías de Altos de Chipión. El atropellamiento en rutas es uno de los factores más críticos que contribuyen a su extinción, además de la caza y el tráfico de fauna.
El ecosistema de la región de Ansenuza lamentó recientemente la pérdida de un ejemplar de Aguará Guazú (Chrysocyon brachyurus), una especie en peligro de extinción. El animal fue atropellado en la ruta provincial 17, cerca del puente, en las cercanías de Altos de Chipión, un incidente que resalta una de las principales amenazas a la supervivencia de esta especie y otras en la región.
El Aguará Guazú, un mamífero de la familia canidae, es conocido por su pelaje largo y áspero, sus patas largas y su cabeza pequeña. Este animal, además de ser emblemático de la zona del Parque Nacional Ansenuza, enfrenta diversas amenazas, siendo el atropellamiento en rutas uno de los factores más críticos que contribuyen a su extinción. Otros riesgos incluyen la caza, el tráfico de fauna y la propagación de enfermedades.
Este atropellamiento es solo uno de los muchos que ocurren en las rutas de la región. En un estudio realizado entre 2015 y 2016, se detectaron más de 500 animales atropellados en solo nueve meses en la misma área. Entre las víctimas se encontraban zorros, gatos monteses, comadrejas, hurones, pumas y zorrinos. El Aguará Guazú, por su naturaleza menos agresiva y su tendencia a encandilarse fácilmente con los faros de los vehículos, es particularmente vulnerable a estos accidentes.
En 2015, la Fundación Temaikén realizó una campaña de concientización en la zona, liberando dos ejemplares, llamados Ansenuza y Chipión, con collares de geolocalización. Lamentablemente, ambos murieron atropellados poco después. Este tipo de incidentes subraya la necesidad urgente de tomar medidas para evitar la muerte de más animales de especies en peligro de extinción.
Medidas que los especialistas proponen para evitar atropellamientos de fauna en la región:
- Instalación de pasos de fauna: Tal como se hace en muchas obras viales alrededor del mundo, es crucial incorporar pasos de fauna en las rutas que atraviesan áreas ricas en biodiversidad. Estos pasos permitirían a los animales cruzar de manera segura sin riesgo de ser atropellados.
- Educación y concientización: Es fundamental continuar con campañas de concientización, para sensibilizar a los conductores sobre los riesgos de atropellar animales y la importancia de respetar los límites de velocidad en áreas de alta biodiversidad.
- Zonas de protección: La región al sur de Mar Chiquita, donde se encuentra la ruta provincial 17, debería contar con una figura de protección específica para conservar la fauna local. Estas áreas protegidas podrían incluir medidas como restricciones de tránsito en horarios de alto riesgo para los animales.
- Monitoreo constante: Implementar programas de monitoreo de fauna que permitan identificar zonas de mayor riesgo de atropellamiento y realizar intervenciones puntuales para mejorar la seguridad vial en esas áreas.


