Una vecina de Pilar vivió un momento de confusión que terminó con una denuncia insólita. Creía haber sido víctima de un robo, pero la historia tuvo un final inesperado… y algo cómico.
La tarde del sábado 12 de julio venía tranquila en la comisaría de Pilar, hasta que pasadas las 13 una mujer llegó muy alterada para denunciar un supuesto robo. Según contó, alguien le había sacado del auto su cartera de cuero negra y una bolsa con carne. Sí, con carne.
Dijo que había estacionado su Volkswagen Voyage rojo en la zona de Bulevar Argentino, entre General Paz y las vías del tren. Bajó por unos minutos —no estaba segura de haber puesto la alarma— y, al volver, notó que le faltaban sus cosas. En la cartera llevaba documentos, tarjetas, medicamentos y una billetera rosa. Y además, una bolsa con carne para el asado.
Lo raro era que el auto no tenía ni una rayita, ninguna señal de que lo hubieran forzado. Igual, los efectivos tomaron la denuncia y se informó a la división de investigaciones.
Pero la historia dio un giro inesperado un rato después: la señora volvió a la comisaría, esta vez con cara de alivio… y algo de vergüenza. Resulta que ni la cartera ni la carne habían sido robadas. Simplemente, se las había olvidado en su casa.
El caso quedó cerrado sin necesidad de intervención judicial, aunque es probable que la anécdota ya esté haciendo reír a más de un agente. Cosas que pasan.