Alberto Fernández: entre denuncias por violencia y escándalos

El ex presidente quedó aún más comprometido tras darse a conocer imágenes de su ex pareja, Fabiola Yañez, con golpes en el rostro. Además, aparecieron videos de una comunicadora en Casa Rosada, grabada por él mismo.

A siete meses de dejar su cargo como presidente, Alberto Fernández enfrenta su momento más difícil debido a una serie de acusaciones en su contra, destacándose la denuncia por violencia física presentada por su ex pareja, Fabiola Yáñez.

La ya deteriorada imagen del ex mandatario sufrió un golpe significativo cuando se filtró un encuentro familiar en la Quinta de Olivos durante la pandemia.

A principios de este año, tras haber dejado el cargo, surgieron acusaciones sobre irregularidades en la contratación de seguros por parte del Estado, que beneficiaban al esposo de María Cantero, secretaria y amiga de Fernández.

La reciente denuncia de Yáñez, presentada esta semana tras la revelación de chats entre ella y Cantero que detallaban malos tratos, ha colocado nuevamente al ex presidente en el centro de la controversia, enfrentando la reprobación tanto de sus críticos como de quienes formaban parte de su entorno.

En las últimas horas, se han filtrado conversaciones y fotografías de Yáñez mostrando evidentes golpes en su rostro y brazos, mientras Fernández niega las acusaciones.

Con su propio espacio político intentando distanciarse de él, han surgido videos en los que se muestra a una reconocida comunicadora grabada por el propio Fernández en la Casa Rosada. Algunos periodistas anticipan que se revelarán más videos comprometedores, incluyendo uno que presuntamente muestra un episodio de acoso (hacia otra mujer) por parte del ex mandatario.

El rechazo hacia Fernández es palpable, con sus críticos aprovechando la situación para cuestionar aún mas su legado, mientras que incluso sus antiguos aliados se apresuran a condenar sus acciones. Este tumulto no solo mancha la imagen del ex presidente, sino a su espacio político (kirchnerismo). También refleja una crisis de confianza en la política , donde el comportamiento personal de algunos líderes y la integridad de su gestión están en duda.

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